Volviendo a la Palabra
  Maná del día Séptimo en el dia Sexto
 

Maná del día Séptimo en el día Sexto

 

Éxodo 16

13 Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento.

 

14 Y cuando el rocío cesó de descender, (Porque el sol ya había comenzado a evaporar ese rocío) he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarchar sobre la tierra.

 

15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: (Es maná) ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.

 

Había una cosa que ellos solían llamar maná.  Así que ellos pensaron, ‘No, esto es como maná. Eso es maná.’

 …Porque no sabían lo que era.

 

No sabían lo que era.   Entonces dijeron:

…Es maná: porque no sabían lo que era.  Y Moisés les dijo, Es el pan que Jehová os da para comer.

 

16 Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer, (Capte esto) un gomer por cabeza,

 

Un gomer son 2.20 litros. Cada hombre en la iglesia sabía cuánto era un gomer porque era parte de su medida. Igual que hoy, un galón o una pinta o un libro y de inmediato la gente sabe cuánto es. 

 

Si usted va a comprar gasolina, si va a comprar leche; esas son medidas.  Entonces Moisés les dijo, ‘un gomer por cabeza,’

 

Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

 

Si había 10 personas en la tienda, era una familia de diez, 10 gomer para tu familia. Si en tu familia hay 12, entonces 12 gomer para tu familia. Si era una familia de 6, entonces 6  gomer para tu familia. Si era de 4, 4 gomer para tu familia; un gomer por persona. 

 

17 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos;

 

Familias de diferentes tamaños.  La gente lo reunía y se lo llevaba a casa.  Un hombre dijo, ‘Pero hoy agarré bastante, si.’  Capte esto:

 

18 y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

 

Y lo median por gomer,

 

y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco,

 

Después que lo juntaban, había que medirlo.  Esa era la ley porque el milagro en ello es que Dios quería mostrarles quienes eran, ‘Soy yo quien les estoy proveyendo esto, y yo decreto un gomer por cada cabeza, por cada hombre. 

 

Y tú has recogido más pero cuando te lo midan por gomer, no tendrás más que un gomer.  Y tú que has recogido menos cuando lo midas por gomer, siempre tendrás un gomer. 

 

18 y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

 

Recogían primero y después medían lo recogido, siempre era un gomer por cada hombre cada vez. Decían, “Espera un minuto, aquí hay un poder milagroso sobre esta cosa.

 

No es que las cosas solo caen del cielo.”  Aquí está Dios, quien ha medido el pan de sus hijos, en cada edad.

 

El maná era un tipo de la palabra en cada edad.  Y Jesús les enseño a orar de acuerdo a ese principio, ‘Danos hoy el pan nuestro de cada día’ que cada día tengamos nuestro propio pan. 

 

Moisés no pudo venir con el pan o el Mensaje de Noé. 

 

Jesús con el Mensaje de Moisés.  Lutero no pudo venir con el pan o el Mensaje de Wesley.  Wesley no pudo venir con el pan o el Mensaje de Lutero tampoco.  Cada edad tuvo su propio pan asignado. 

 

Era Dios revelando en cada edad porque si esa edad era para ser el tallo de trigo, no pudo crecer hasta la borla en esa edad.  Crecieron hasta ahí y pararon.  Tenían que morir, ser quitados para que comenzara una nueva edad. 

 

Para que otro misterio se abriera; otro mensajero captaba ese misterio y llevaba la iglesia a la próxima etapa.  ¿Entienden?  ¿Están captando el principio?  Recuerde que esta es una sombra.

 

Lo último que sabemos del maná, es que tiene que ver con el Nuevo Nombre que es para el vencedor. 

 

Les quiero mostrar algo con esto de la roca debajo de la roca, ese Maná escondido, les estoy abriendo eso partiendo de, Apocalipsis 10, 1 al 7, los Truenos esa Luz que nunca había brillado, Manna escondido.

 

Se los quiero traer porque mucha gente anda diciendo, “Ustedes no pueden saber eso.  Nadie sabe eso.  El profeta tiene que volver para revelar eso.  Él nunca reveló eso.”  Y llevan el Manna para el día séptimo y muestran en alguna parte donde él dijo:

 

“No es provechoso que sea dado.  No está revelado.  Nadie puede saberlo.  No es para ahora.”  Y están correctos.  Están absolutamente correctos. 

 

Yo les voy a probar eso a ustedes. Porque hubieron ciertas personas que salieron al séptimo día y Moisés dijo, ‘Si salen al séptimo día, no van a encontrar nada.’ 

 

Y algunos salieron a buscar y buscaron y buscaron por 40 años desde que el profeta se fue y todavía siguen buscando y no hallan nada porque el maná del séptimo día está en el día Sexto. 

 

¿Por qué?  Las trompetas fueron predicadas sobrenaturalmente bajo el Sexto Sello. 

 

Se los voy a probar –y ustedes verán como Dios sobrenaturalmente, dejó caer esas citas.  Y yo lo he sabido durante todo el tiempo que he predicado, Por qué las trompetas fueron predicadas sobrenaturalmente. 

 

Cuando estas cosas vienen, prueban que el Dios sobrenatural está aquí. 

Y la fe que se está levantando en mi Corazón en estos tiempos porque así viene, es como Dios le dijo a Moisés, “¿Por qué clamas a mí? Di la palabra y avanza. 

 

¿Para qué creen que fue eso?  Eso fue para mostrarles, las cosas que les he dado.  Que usted tiene una llave. Abra la puerta y avance. Haz que la gente te crea. Ve y comienza a decirles que yo te he enviado y yo mismo me pararé a tu lado.” 

 

Por eso algunos le vieron y otros no.  Usted tiene que creer porque él dijo, “Así como el Padre me envió, así yo os envío.” 

 

Éxodo 16

19 Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.

20 Más ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés.

 

Querían comerse el maná del primer día el Segundo día.  Y querían comerse el maná del Segundo día al tercer día.  Y Dios tenía Maná fresco para ellos en ese tercer día. 

 

Pero ellos querían guardar ese maná viejo y avanzar porque no tenían fe para creer y confiar en Dios por la próxima porción.

 

Querían aprender de la experiencia de ayer, “No trabajé por esto.  No nos esforzamos.  Él me instruyó por medio de su profeta.  Yo obedezco al profeta. 

 

Salí al campo y fue Dios quien le había hablado a su profeta porque el profeta era la obra maestra. 

 

Y Dios mostró que no era la palabra del profeta sino que esa era Su Palabra porque él les mandó el Manna.”

 

Pero mire.  Espero que no se estén viendo en esa escritura, tratando de guardar ese viejo Manna.  Espero que usted tenga fe para creerle a Dios por el próximo set de maná porque esa vieja cosa ya apesta.  Usted lo huele. 

 

¿Por qué creen ustedes que Moisés se enojó?  Él no se fue a investigar al pueblo a los campos.  Todo mundo podía olerlo.  Olía mal en las casas donde tenían maná viejo. Olía mal el maná viejo en esa iglesia. 

 

Gusanos salían de él.  Ya estaba corrompido, en otras palabras, estaba rancio.  No podía ser preservado.  Ese alimento no aguantaba ningún preservativo, para mantenerlo fresco al siguiente día.  ¿Me están entendiendo? 

 

 
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